El microhormigón es la solución para aquellos que quieren hacer reformas de paredes, suelos, escaleras o revestimientos tanto de viviendas como locales comerciales sin los grandes inconvenientes que implica poner en marcha una obra tradicional. Su aplicación es fácil, práctica y limpia, conllevando un escaso mantenimiento.
Este material tiene una alta resistencia e impermeabilidad, además de no permitir que se fisure el suelo, lo que hace posible que sea aplicado a multitud de proyectos y superficies y que sea una material decorativo en tendencia.